domingo, 3 de mayo de 2009

¿Cómo opera la sanación mediante Reiki?


Por Marinela Ramírez
Buscadores de la Luz

Al recibir la energía Reiki la persona (el paciente) toma conciencia de su origen divino, se conecta con la luz y la trascendencia de la vida. Todo ello se traduce en lo que los beneficiados describen como una “profunda paz y alegría interior”. Lo que ha sucedido es que la persona se conecta con su luz interior y se purifica su cuerpo (sus cuerpos, para ser más exacta) y éstos se alinean con su espíritu. Por cierto: el mismo efecto se produce en quien transmite Reiki. Por ello entre reikianos decimos: “sanando a otros, sanamos”.

A aquellos que tienen heridas en el alma, están deprimidos o quebrantados de salud, o que simplemente quieren sentirse mejor, Reiki les aporta luz, serenidad y conexión con la Fuente, la Energía Universal.

Es por ello que Reiki, aun a distancia, produce un estado de profunda relajación y alegría interior que poco a poco va sanando viejas heridas. Y esto sucede en una forma sencilla, amorosa y totalmente natural. El paciente irá recobrando su paz interior y estado de salud. Pero también necesitamos de su colaboración. Es decir, que él esté dispuesto a sanar y ver el origen de su estado de inarmonía. Sin llegar a ese origen no podrá sanar realmente, pues Reiki, como todas las terapias holísticas, están dirigidas a remover las causas de las "enfermedades" y no sólo a suprimir los síntomas, como haría un analgésico (cuando hay dolor), un antidepresivo (en cuadros de depresión), un somnífero (en el caso del insomnio), etc. La sanación va a lo más profundo de nuestros códigos internos y programaciones, conscientes e inconscientes, corrigiendo, realineando, limpiando, hasta llevarnos a nuestro estado original de pureza.

Las programaciones y emociones negativas, así como las acciones negativas, traen como consecuencia la infelicidad. Todo estado alterado empaña nuestra aura y repercute en nuestra mente, nuestro cuerpo físico y espíritu. Reiki armoniza. Y esa armonía es integral: engloba el nivel físico, mental, emocional y espiritual.

Bajo esos preceptos enviamos Reki. Ni siquiera tenemos que pedir por “algo” en particular. Enviamos Reiki a la persona y la energía se encarga de armonizar lo que esté inarmónico. La persona colabora o no y esta colaboración puede no ser consciente, de modo que el paciente recibe energía de sanación y los resultados se van viendo en la medida en que él (o ella), desde su corazón, esté dispuesto a sanar.

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