sábado, 24 de octubre de 2009

La reencarnacion



Buscando comprender de donde viene el alma, sabremos quizás si ésta vuelve y adonde va…
Se encuentran alusiones al respecto en las obras de Pitágoras, Platón y Platino. No obstante, los pueblos de Mesopotámica sumerios, acadios, caldeos, hebreos, etc. eran demasiado pragmáticos y realistas, y con una interpretación de la existencia humana muy fatalista, como para creer en una supervivencia del alma y en su posible reaparición bajo una nueva envoltura carnal. Así mismo, si bien los egipcios creían con certeza en otra vida después de la muerte El libro de los muertos, las tumbas de los faraones y los ritos realizados en Egipto son pruebas tangibles de ello, en sus creencias nunca aludían a una nueva manifestación del alma en otro cuerpo. Por lo tanto, fuera de los sistemas elaborados por el hinduismo, por una parte, y por el budismo, por otra, no existe ninguna reflexión seria y profunda que se base en el principio de la reencarnación.
Cierto es que por dondequiera que se escuche, se cuentan y se revelan testimonios, relatos o anécdotas a partir de las cuales podrían elaborarse hipótesis relativas a dicho principio. Pero en ninguna parte encontramos, como en la India o en el Tibet, una convicción profunda y serena, referida a apariciones en la Tierra de la misma alma a lo largo de los siglos y de los milenios.


LOS POSTULADOS DE LA REENCARNACIÓN
La creencia en la reencarnación implica el planteamiento de ciertos postulados. En primer lugar, hay que creer en la realidad del alma, considerarla como una entidad más o menos autónoma, que podría existir sin el cuerpo o fuera de él.
Por lo tanto, se trata de creer en su supervivencia después de la vida sobre la Tierra y tras la existencia corporal. También se trata de creer en un lugar donde el alma prosigue su evolución, donde se encuentra a la espera de una envoltura carnal.
A continuación, se hace necesaria la creencia en un principio según el cual, en la vida intrauterina o en el instan te mismo del nacimiento, se produce un fenómeno que favorece la impregnación de un alma (un ánima) en un cuerpo para darle vida, es decir, para animarlo. De este modo, ya que todo esto debe tener un sentido, una justificación, una razón de ser, hay que creer en el destino del alma y, por lo tanto, postular que nada se pierde ni nada se olvida totalmente y que, de este modo, el alma reencarnada tiene la misión de realizar una tarea determinada y debe someterse a unas pruebas que le permitirán acceder a un nivel de evolución o de conciencia superior. Resta un último postulado: la trascendencia del ser cuya alma es potencialmente capaz. Resumamos estos seis postulados, que hemos de tomar en consideración si queremos entender los criterios de esta creencia:
* El alma existe.
* El alma sobrevive después de la muerte del cuerpo físico y fuera de él.
* Existe una especie de purgatorio, de lugar donde van las almas que han dejado el cuerpo físico y donde se preparan para una nueva reencarnación.
* Una misma alma reaparece en un nuevo cuerpo. Incluso puede producirse este fenómeno numerosas veces, a lo largo de los siglos y los milenios.
* El alma memoriza las experiencias que ha vivido durante sus diferentes reencarnaciones. Por tanto, existe una tarea, una misión, un destino para cada alma.
* Las reencarnaciones sucesivas de una misma alma en diferentes cuerpos tienen un fin; pues éstas solo son pretextos para elevar al alma a un nivel de conciencia superior.
Sin embargo, todo esto no responde a otras preguntas esenciales que nacen evidentemente de tales principios. Éstas son: ¿de dónde viene el alma?
¿Es eterna? Y en caso de una respuesta afirmativa, por qué y cómo lo es? ¿Según qué criterios deja de reencarnarse? Cuándo ya no necesita reencarnarse en un cuerpo físico, ¿qué hace, y a dónde va? Veremos cómo los hinduistas y los budistas justificaron tales postulados y respondieron a estas preguntas, y también cómo alguno)s testimonios, ajenos a estas religiones, coinciden a veces con ellas.
Una breve historia del alma
La creencia en la existencia del alma es sin duda muy antigua. Coincide con la creencia en un más allá, que sobrentiende la idea de la supervivencia del alma después de la muerte del cuerpo, es decir de una parte que no muere del todo. Nuestros antepasados neandertales, hace aproximadamente 80.000 años, acostumbraban a entregarse a unos ritos funerarios más o menos elaborados, por lo cual puede decirse que “creían ya en algo, en cualquier otra parte… “. Más cerca de nosotros, podemos leer en el antiguo catecismo de la doctrina cristiana esta definición sibilina, que podríamos considerar moderna, de la existencia del alma: “El hombre es un animal racional constituido por un alma y un cuerpo”.


sábado, 17 de octubre de 2009

Feliz dia Mama!



Que mujer es aquella…
que lleva en el vientre
una semilla fértil
con orgullo imponente
Que mujer es aquella…
que en sus senos ya marchitos
aun afloran deseos
de los labios mas benditos
Que mujer es aquella…
que albergó en su corazón
el nido más hermoso
por un latido que no concibió

Es …
mujer de gestos calidos,
de manos suaves, y miradas duras,
de noches de insomnio apoyada en la cuna,
de palabras cantadas casi en silencio.

Es …
la Tierra fecunda del campo
aroma en la piel del cansancio
su pelo, perdido entre manojos de zapallo,
y caramelos como abrojos.
No hay Ser sin su permanencia!
No hay amor sin sus enojos!
No hay manantial que no sea arroyo,
en la mirada irrepetible de esos ojos!
Que mujer es aquella…
que aun no estando presente
buscamos mirando las estrellas
Una señal que nos guíe hasta ella!


Alejandra, 10/06

lunes, 12 de octubre de 2009

El Aura Protectora





Para vivir la vida a plenitud es importante tener una actitud positiva, ya que esta genera hechos positivos y hace que los demás se muestren abiertos hacia nosotros. Los pensamientos y las actitudes negativas; así como los actos que de ellos resulten, limitan nuestra capacidad y provocan situaciones dolorosas.

Somos nosotros los que creamos nuestro realidad a cada momento; las elecciones que hacemos, ya sean positivas o negativas, causarán efecto positivo o negativo, respectivamente.

Una vez que comprendemos que siempre tenemos la posibilidad de elegir entre estas dos realidades en cualquier momento, adquirimos una gran responsabilidad.

¡La elección es simple, optamos por lo positivo!

Una de estas posibilidades, es una técnica de visualización llamada el aura protectora, la cual podemos emplear y nuestro vida cambiara, ya que al ayudarnos a crear actitudes positivas, sucederán cosas positivas.
Esta visualización la podremos hacer en cualquier parte. No hace falta que cerremos los ojos, aunque al principio puede resultar mas fácil si la realizamos con los ojos cerrados. Una vez que dominemos la idea básica la podremos emplear siempre que lo deseemos, en cualquier momento.

El aura protectora es estupenda cuando alguien intenta discutir con nosotros o perturbar nuestra tranquilidad. Es importante para ayudarnos a vivir "en el presente". El use del aura protectora requiere nuestro presencia en el eterno presente, ofreciendo paz y seguridad.

Pensemos en todos los pensamientos negativos y los temores que nos acechan actualmente y alejémoslos de nosotros durante un tiempo. Tomemos la decisión de que al menos durante un minuto al día podemos librarnos de ellos. Este será nuestro escape momentáneo. Imaginemos que hemos arrojado toda esta carga mental que llevamos lejos de nosotros.

La dejamos en un rincón y permitimos que salga de nuestra mente.
Los momentos que vienen a continuación son maravillosos. Tomamos aire y gritamos en silencio:
iFuera!, pero pensándolo verdaderamente.

Respiramos profundamente y mantenemos la respiración contando hasta cinco, luego expulsamos el aire lentamente, liberando la tensión que aun pudiera quedar, y nos relajarnos. Respiramos por segundo vez imaginando que nuestro cuerpo esta cubierto por una hermosa capa de metal dorado. Al respirar esta vez, vemos que esta capa se infla, cubriéndonos y rodeando los bordes externos de nuestra aura. El oro es el color protector por excelencia en el reino físico; sus reflejos y su pureza impiden que todas las fuerzas externas negativas entren en el aura.

Lo negativo solo puede venir ahora desde nosotros mismos, desde el interior de la envoltura dorada.

Llenemos el interior de este capullo protector dorado con la hermosa luz positiva del arco iris. Respiremos esta energía positiva, fresca y tranquilizante, y relajémonos.
Es nuestro tiempo, aquí estamos a salvo, protegidos de las fuerzas negativas del exterior.

¡Sintamos alivio!

Sin embargo, hay una advertencia. Un pensamiento negativa procedente del interior puede destruir este capullo protector, y será preciso volver a reconstruirlo. Esto se hace fácilmente, basta con respirar para crear uno nuevo y llenarlo otra vez de cosas positivas.

Como podernos notar, la primera vez que se trabaje con esta técnica, invertiremos gran cantidad de tiempo fabricando nuevas auras protectoras.
Esta técnica es ideal para usarla en el trabajo.

Con frecuencia nos vemos sometidos a presiones y nuestra atmósfera se llena de actitudes negativas. En estos casos, construyámonos un aura protectora. Una vez que alcancemos un estado de ánimo sereno y positivo, no entraremos en el juego de alguien que está enfadado.

¡Todas nuestras respuestas serán positivas!

¡Seremos intocables!

Al vernos sonreír, nos devolverán la sonrisa.

El aura protectora es una visualización que genera pensamientos positivos en nosotros. Es la clave para que nuestra conciencia despierte y tengamos su Luz en nuestro corazón.


Protegiendo nuestra aura

Nuestra aura es algo muy frágil, que se puede cortar o desgarrar, e incluso penetrar. Debemos proteger nuestra aura y así como protegemos nuestro cuerpo físico; ya que una aura fuerte y saludable puede ser la esencia misma de nuestro salud física y mental.

Protejamos este arco iris que nos rodeo, ya que al hacerlo estamos protegiendo todo nuestro ser.

El aura nos sirve como espejo y escudo personal; ya que nos refleja y nos cubre.

Cuando amamos a alguien, el aura adquiere un brillo suave que irradia cariño y admiración; es un espejo de nuestra alma. Pero si alguien esta enviando odio y violen­cia, nuestra aura nos protegerá; será un escudo.
Para proteger nuestra aura, es básico que aprendamos amar nuestro cuerpo físico y mental.

La protección videncial debe formar parte pe todos los momentos durante la vigilia, y debe estar grabada en nuestro subconsciente.

Este es uno de los aspectos más importantes de la conciencia del aura y debemos siempre tenerlo en cuenta y proteger nuestra aura.

Un aura debidamente reforzada con el amor en noso­tros mismos y en la autoconfianza, puede llegar a irradiar energía positiva e influir directamente en todos los que nos rodean.

Amar a la persona que nos hace daño es importante, pues elimina del aura todas las influencias negativas.

Aceptemos esto, y estaremos protegidos; incluso de la persona que mas daño nos puede hacer...

¡Nosotros mismos!


Influencias negativas

Aunque tengamos la mejor salud física y mental, las influencias negativas se pueden percibir con frecuencia. Es importante reconocer estas influencias y evitarlas.

Una influencia o vibración negativa es como una enfermedad contagiosa, ya que afectara a todos los que se encuentran cerca. Algunos de nosotros hemos percibido esta negatividad cuando en un grupo de personas de pronto se pierden' las sonrisas. Parece como si el sol se hubiera puesto antes de tiempo y nos sentimos irritados y molestos.

Para evitar esto, hagamos una visualización de grupo. Veamos que una capa nos cubre a todos, protegiéndonos y sintiendo su bondad y su pureza. Sepamos que la energía del amor universal nos rodea y que nos cura el alma.

Si queremos intentar llevar la armonía a nuestros semejantes deberemos retirarnos a un lugar tranquilo Y silencioso, donde podamos concentrarnos y que no seamos interrumpidos.

Visualicemos una gran nube rosada que cubre a todas las personas que conocemos; imaginémoslas cubiertas por esta energía de amor. Veamos que cada una de ellas acepta el don del amor y del afecto, y a su vez que cada una de estas personas proyecta una sonrisa a otra persona.

¡No olvidemos incluirnos en este grupo!

La gratitud es uno de los preceptos básicos de las personas que tienen el don de percibir su Luz,

¡Demos gracias!

Decidamos que camino queremos seguir: el de la armonía o el estarnos quejando de nuestra existencia.

Nuestra aura, es el ropaje que El nos brinda con el fin de acrecentar el amor.

No la destruyamos, ni la obliguemos a abrirse por descuido; por el contrario, hagamos que nos cubra herméticamente, porque nos envuelve en su Amor y en su luz.


Fuente: http://www.espectral.com/El%20Aura/protectora.htm

El cuerpo Aurico




Todo en el Universo es vibración. Cada átomo, electrón, partícula elemental, nuestros pensamientos, nuestra conciencia son solo vibraciones. Por lo tanto, el AURA es una respuesta electro fotónica de un objeto, es la fuerza electromagnética de distintas densidades que sobresalen del cuerpo físico, vital, etéreo, mental, emocional y espiritual.Está constituida por la energía, que permanecen alrededor de nuestro cuerpo. La capa áurica sobresale del cuerpo alrededor de un metro, en todas direcciones.


La propiedad más importante del aura es el hecho de que contiene información sobre el objeto. El aura alrededor de las personas, plantas, animales, cambia con el tiempo, el aura alrededor de las piedras, cristales, agua es básicamente inmutable. Estos hechos han sido corroborados por los científicos rusos que han empleado el efecto Kirlian para estudiar el aura en los últimos 50 años. Estos científicos en base a estos experimentos sugieren que nuestro DNA puede alterarse influenciando el Aura. El aura y los chakras son dos maneras de expresar la presencia de las energías cromáticas, dentro del cuerpo y a su alrededor. El número de matices, tintes y tonos de un color es infinito, como lo son los diferentes aspectos mentales, emocionales, físicos y de la salud espiritual que aparecen en el aura en forma de colores. Cuando sentimos una emoción, o tenemos una afección, nuestro cuerpo etérico que está relacionado con el físico y con todos los demás, transforma la energía a través de la corriente nerviosa y sanguínea y por los chakras. Y según sea nuestra energía y estado, emitimos una energía: el Aura, que queda reflejada en la fotografía Kirlian, o en el campo aúrico, visible por personas sensibles.


Cada color o rayo básico tiene un matiz, y cada matiz tiene un significado diferente. Las capas áuricas presentan dos, tres y hasta cuatro colores diferentes. Podemos ampliar y magnificar nuestro cuerpo áurico con buenas acciones, meditaciones, respiraciones profundas, con el canto, la danza, amando, etc.
Algunos de estos colores o rayos aparecen superpuestos al color predominante de la capa áurica, y otros aparecen diseminados por todo el cuerpo áurico. Los fenómenos del universo, son manifestaciones de diferentes frecuencias de vibración.Los colores que se aprecian en el aura son distintos a los que conocemos visualmente; ya que los colores áuricos son traslucidos, transmiten la sensación de que están vivos y a veces tienen textura. En el pasado las personas podían ver el aura a seres como Buda, Cristo y sus estudiantes eran pintados con halos dorados alrededor de su cabeza, ya que algunos artistas podían ver el aura. En Australia hay unas cuevas milenarias en donde dibujaron a personas con halos dorados. La naturaleza nos proporcionó todo lo que necesitamos para ver el aura, necesitamos utilizar nuestros sentidos concientemente para hacerlo.
El mundo de la naturaleza es considerada una sinfonía de color que expresa emanaciones de diversos rayos de luz, ya se trate de las delicadas tonos de una alborada o de los vividos matices del crepúsculo, de los tonos del arco iris o del sol de mediodía. Todos podemos ver el aura, es nuestra firma espiritual. La ampliamos con las buenas acciones, el canto, la respiración profunda, la meditación, la visualización creativa. Aprendamos a trabajar con el aura, es nuestra afirmación y enlace espiritual.


Publicado por Aguas Azules en 5:37 PM - Caracas Venezuela
http://energia-creativa.blogspot.com/2007/05/cuerpo-aurico.html